Día 335

Claustro

Cuántas miradas muertas
para una imagen imperfecta;
cuántas miradas de ayer
anguladas en los ecos.

Y pasear entre el silencio...

... perfecto silencio,
perfecta soledad...

Día 334

Murciélagos

Vuelos negros acechando
las miradas, recortados
en la mentira, en la falsedad
que imaginan las manos;
quedan los adioses,
las despedidas,
el ayer del silencio
inventando la noche,
los huecos de la memoria
resbalándose hacia el abismo...
aleteos de cartón-piedra
ahogando las voces,
amilanando los pasos
que no dejan huella.

Día 333

En venta

Se harán de ayer en la mirada,
en los pasos furtivos,
en las manos anhelantes;
contarán su historia
de esperas, de abandonos,
de olvidos y silencios,
de soledad descuidada,
de melancolía buscada;
nadie les mira,
nadie les compra,
son sólo escaparate...
escaparate de ayer
en la mirada fugaz,
escaparate de la nada
entre las voces calladas.

Día 332

La bicicleta

La noche es espera,
es abandono,
es el olvido
de los caminos;
es el andar cansado
encadenado al silencio,
son los pasos sin huella
en la soledad del eco;
la noche es voz muda
acuchillada en oropeles
de neón, es una mirada
envarada en las manos
sin palabras... calladas.

Día 331

Baile

Sostenme en mi sueño,
que no caiga en el abismo
de un silencio, de un olvido;
abrázame con una mirada,
con un gesto, con el susurro
de un paso o un giro
deslizándose lento, eterno...

... sostenme, que no caiga.

Día 330

Sobre el agua

Camino sobre el agua
con los sueños vacíos,
reflejándome turbio
en las miradas,
esas que me observan
desde la soledad;
a mis pies, un abismo,
quizás, de un palmo
de oscuros horizontes;
quizás, una sima sin luz
en picado hacia la nada.

... camino... y voy enfangando
mis pasos en el silencio,
en esta mi voz que no grita,
que no aulla... y mi caminar
es perezoso, eterno... solitario...

Camino sobre el agua
apoyando mi báculo en la nada,
preguntándome qué me mantiene...
si la esperanza de encontrar
tu caricia sobre mi pecho hueco,
si el sueño de hallar
tu beso sobre mis labios fríos.

Día 329

Saltar

Saltar... entre el cielo
y un sueño,
entre una mirada
y una sonrisa,
entre una voz
y el silencio,
entre la quietud
de las horas.

Día 328

Máscaras

Sonrisas... sombras,
luces... lluvias;
miradas huecas,
voces mudas;
farsas en los sueños,
engaños en las manos;
silencio... mentiras
de los labios,
silencio... lágrimas
entre la nada.

Día 327

El farol

Cierra los ojos y apaga el cielo,
con la oscuridad de los sueños,
con las aristas de las horas;
apaga la luz, y cuéntame
de los miedos de las miradas,
de las manos frías;
cierra las puertas del viento,
de las voces susurradas
desde el fondo del abismo;
no abras los ojos, y cierra
el cielo con el silencio
de una palabra perdida,
a la intemperie del olvido,
abrazada en su soledad.

Día 326

Calles

Nocturno y silencio,
silencio y soledad;
queda el eco del ayer,
esas voces de la niñez
adoquinadas en la memoria,
resbalando entre pasos de lluvia,
sonriendo en las oquedades
de las manos y la piel.

Una calle alumbrando pasados,
oscureciendo los rincones
de la mirada; todo silencio,
todo olvido... todas las lluvias
caídas en los dibujos de tiza,
todo el viento barriendo
los jirones del recuerdo.

Día 325

El pie

Cuando me haya ido
quedarán los sueños,
el andar de la mirada,
cada palabra cansada,
cada beso que no di.

Cuando mis pasos
queden pétreos,
el olvido será olvidado,
el ayer será eternidad,
la memoria será huella del viento.

Cuando me haya ido
recordaré mis versos,
las voces que el silencio
tatuó en sus ecos,
los caminos de vuelta
que jamás recorrí.

Día 324

Baile

Todos los sueños
abarcando las manos,
de este a oeste
en cada arco iris,
de norte a sur
en cada paso;
al alcance las miradas,
extendidas las esperanzas,
en abierto las voces...

... no hay silencio
porque habla el cuerpo,
los gestos... las manos.

Día 323

Calles

La noche que siempre aguarda...
un viandante, un olvido,
unos pasos, un sueño;
siempre a la espera...
de una mirada, de unas voces,
de las risas, de los ecos
desprendidos del silencio;
siempre ahí, inquieta
o en la calma de la soledad,
en el bullicio o en las calladas
memorias del pasado;
una calle del ayer,
una noche desangrada
entre mis palabras;
una calle solitaria,
una noche de otoño
entre farolas y esperas.

Día 0322

El pintor

Su lienzo blanco
entre mis palabras negras;
su color, sus manos
entre la ausencia de mis miradas;
al fondo, un jardín y sus verdes
entre mis paisajes en gris;
delante, el pintor de sueños
entre el olvido de los míos...
un lienzo, mis papeles en blanco;
un pincel, mis voces en silencio.

Día 321

El Tribunal de les Aigües

Qué té que dir l´acusat?
Nada que defienda mi olvido,
mis sueños perdidos,
mis miradas ausentes.

Calle vosté i parle vosté
Calla mi voz, hablan mis manos;
callan mis labios, hablan mis palabras;
calla mi ayer, habla mi soledad.

Día 320

Patio interior

Miradas calladas,
dormidos silencios;
el aire lleva ausencias,
la tarde apaga los sueños.

El patio interior calla,
adormece vidas;
voces refugiadas
en las esperas,
manos despintando
la mañana.

Todo será negrura
en un recuadro oculto,
todo será adiós
en la noche anónima.

Día 319

OVNI

Si el viento y mi mirada...

Si los sueños y mis manos...

Olvido.
Vacío.
Nada.
Insignificancia.

Abducidas las palabras
en el silencio,
en la voz rota,
en los labios olvidados.

Día 318

Las hojas

Guardé en la mirada
lluvias de otoño,
hojas de sonrisas caducas,
silencios en los pasos.

Otoño que siempre regresa
en plazas y calles,
en la soledad de los jardines,
en el olvido de la ciudad.

Otoño pintando de ocres
las manos dormidas,
la piel desquebrajada,
el ayer de una voz.

Otoño que viste caricias
de tristezas y abandonos,
de sueños inalcanzables,
de tormentas y vientos.

Día 317

El cisne

Entre aguas negras,
entre horas bajas,
entre silencios,
entre esas miradas
de pupilas mudas,
de voces entrecortadas
en el olvido, de lo inútil
de una palabra hueca
entre las manos heridas.

Entre aguas negras,
entre horas sin saetas,
entre los silencios
de unos labios partidos,
entre las mentiras
de un sueño encallado,
entre el ayer de un reflejo,
entre las miradas
despintadas en el otoño.

Día 316

El coche

Un viaje a la nada,
al silencio,
a la soledad,
al abismo;
un viaje sin voz,
sin palabras,
sin equipaje;
un viaje sin retorno
al olvido donde
las miradas enmudecen,
un viaje de ida
a los paisajes sin nombre.

Día 315

La Plaza

Tarde de mirada carmesí,
de silencio en las manos,
de espada y arena,
de capote y muerte;
en el ruedo, el vacío
que apuntilla el olvido;
en las gradas, la soledad
que desgrana la ausencia;
tarde de toros,
de clarines engarzados
en el adiós, de pañuelos
vitoreados en el ayer.

Día 314

La máscara

Miradas huecas,
silencios,
el olvido de una sonrisa;
detrás, la soledad,
el vacío de la piel,
un abismo.

Miradas en contraluz,
ciegas,
el miedo de una lágrima;
detrás, el olvido,
los sin recuerdos,
la nada.

Día 313

Palabras

Amor y fuego...

... siente de mis labios
su soledad, el olvido
de mis manos, la lluvia
horadando el silencio.

Amor y fuego...

... en una mentira de juventud
que oscurece las miradas,
que trastoca los deseos,
que transmuta las sonrisas.

Amor y fuego...

... entre tizas que borrará la lluvia,
en las voces mudas,
en los paisajes desolados,
entre tu olvido y mi desesperanza.

(... y de olvidar todos mis versos,
cada paso, cada mirada,
cada sueño embriagado...)

Día 312

La ventana

No sé quién soy,
si reflejo o realidad,
si mirada o ensueño,
si secreto o voz;
no sé quién me mira,
si mi silencio o tus palabras,
si mi descaro o tu timidez,
si mi desnudez o tu olvido;
no sé si soy vacío
o un plano de tus manos,
si soy abismo
o un paisaje para tus versos.

Día 311

Nenúfares

Ingrávida melancolía
acogiendo al otoño,
en esa levedad frágil
del roce de una caricia,
como un sueño,
como un deseo
de estrella fugaz.

Ingravidez y levedad,
fragilidad y melancolía;
sueños estancados
en la fugacidad de una mirada.

Día 310

Direcciones

Qué dirección tomar
en los caminos ocultos,
inciertos, desdibujados;
dónde llevarán los pasos
sin huella, sin nombre;
qué harán las miradas
perdidas, las manos
calladas, la voz nublada
entre el cielo saturado
de sueños, de esperanzas;
dónde irán las palabras
olvidadas, el olvido
de una caricia,
el recuerdo de una sonrisa...
qué hacer en el día que es noche,
en la noche que es insomnio,
en el insomnio que es poema
olvidando sus palabras.

Día 309

En la cima

Silueteando mis manos
en los contraluces;
una mirada, una caricia
silente recortada...

... callará el viento un instante,
preguntará sus nombres...

... y tan sólo habrán voces
para las sonrisas,
palabras para un murmullo
lejano de sabor salitre...

... tan sólo habrá silencio
cuando se desande el camino,
cuando quede desierto
el cielo, cuando las nubes
estén desdibujadas en los iris...

... silueteando desde el silencio
de unos versos, desde mis miradas.

Día 308

Piano-bar

Piano-bar...
un reflejo de alcohol
en el fondo de la voz,
tintineando sonrisas
en los ecos de la noche;
suena una nota
de sus teclas mudas,
de la desnudez de su silencio,
agónica entre las manos
que la acarician...

... será del olvido
en aguadas miradas
callando los susurros
de la noche sin luna...

... será de mi olvido
en poemas rotos,
entre las palabras
desnudándose tímidas.

Día 307

Calle y fachada

En una calle estrecha,
balcón con balcón,
extiendo mi mirada
hasta tocar sus voces,
sus murmullos,
ese silencio de ciudad
empapelado en su quietud,
en donde el eco
esconderá sus secretos,
callando pasos y risas,
olvidando en tardes de lluvia
la oblicuidad de la luz...

... luz en sombra sobre el asfalto,
luz oscura sobre la soledad
que acompaña un instante...

... un instante, un reflejo,
unos pasos, una parada,
unas manos capturando
el ocaso del silencio.

Día 306

El hueso

No duelen las voces
fracturadas en el silencio,
ni las palabras desechadas
entre punzantes olvidos;
no duelen las miradas
perdidas, enajenadas,
ni las lágrimas dolientes
callando los abismos...
duele la soledad
que quiebra los mañanas,
que desmenuza en el ayer
los sueños, las esperanzas...
la soledad doliendo
en los labios ajados,
la soledad rabiando
en las sonrisas mudas.

Día 305

El hombre

Su mirada oculta,
silente, anónima,
de esperas...
y yo dibujándole
un horizonte entre palabras.

Mi mirada perdida,
muda, sin ayer,
de llegadas...
y él en la quietud
del paisaje de mis manos.