Final
Atrás han quedado
propósitos, palabras, miradas,
silencios en las manos,
olvidos y esperas;
todas las voces rotas
abandonadas en un sueño,
todos los sueños intactos
en su celofán transparente...
y se cierra la puerta
de vagabundos andares
entre los versos mudos,
entre las imágenes que la lluvia
emborrona y añora;
puerta de llaves perdidas
en la memoria,
puerta de olvidos,
de paisajes deseados.
El jardín
Fue el comienzo de un reloj
de granos contados
que dejaron aparcadas sus horas,
sus silencios, sus esperas;
quisieron ser del viento,
de la mañana,
de las voces ensoñadas,
de las miradas esperanzadas;
quisieron ser de mar,
de ciudad,
de paisajes lejanos,
de soledades íntimas...
fue el comienzo del andar,
del camino, de una estela,
de una huella en la memoria.
La farola
Y soy sombra
de apagados silencios,
alumbrando el ayer
de un olvido,
de un recuerdo
dibujado en la soledad;
sombra itinerante
en las deshoras,
en las esperas,
entre las miradas
oscuras de la mañana...
y seré sombra en la noche
alumbrando todos los silencios
de las voces abandonadas,
sombra en la noche
sin luna ni sueños.
El lago
Ayer, la soledad de la mar.
Hoy, la calma del lago.
Salada o dulce, siempre agua,
siempre azul... siempre en silencio
trayendo a las orillas los naufragios.
Playas de artificio
armónicas en la ciudad;
mar falso soñando con su sed.
Y tres piedras lamiendo su abandono;
como una caricia abortada,
como una palabra muda,
como una mirada al olvido.
La playa
Lo que trae la mar
en cada abrazo,
en cada silencio,
insistente, incansable
en el lamento de sus miradas.
Pequeños naufragios
en orillas de playas desiertas,
donde el viento enmudece,
donde cada ola
es derrota y soledad.
Telarañas
Si se desliaran
las telarañas del silencio,
quedaría la voz,
desnuda en sus palabras,
sin vértigos...
más es ensueño
en la maraña de las miradas,
en el caos callado de un deseo.
Baile
Sin mirar atrás,
y sé que estás
en el silencio de mi sombra,
en el camino de mis pasos,
en el hueco abandonado
de mis manos...
entre las notas de una canción
que mi piel abraza,
en la melodía que mis miradas
bailan... sueñan.
