Día 121

La gaviota

En un suave aleteo,
un planeo ingrávido,
surcando cielos,
miradas, deseos.

Sus alas, mis manos
su grito, mi silencio;
su vuelo, mi andar,
su sueño... mi sueño.

Día 120

Amanecer

Amanecer;
ocres y dorados,
viento izando olas,
silueta a contraluz...
amaneciendo en sus sueños,
recortándose en su horizonte.
Al fondo, un paisaje;
a sus pies, las mañanas.

Mar que despierta
en su amanecer,
mujer que sueña
en el silencio.

Día 119

En la orilla

Palabras, silencios,
huellas que lame el mar,
versos en la orilla
que borrarán las mareas...
y no quedarán más
que un puñado de conchas
resguardando los ecos
de unas miradas,
los vacíos de las manos
caídas en la playa.

Día 118

Pompas

Para cuando hay que volver
a ser niña en transparentes
pompas de jabón,
a lomos del viento,
de la mano de los sueños.

Para cuando hay que volver
a sonreír entre las tormentas,
a saltar entre los colores,
capturando los paisajes
límpidos, inocentes.

Para cuando hay que volver
con las miradas en las manos
y las manos en las caricias
y las caricias en la boca...
que sonríe, que sueña.

Día 117

Panel

Me quedé prendida
en derrumbados cielos,
en una fantasía
de dorados sueños,
fija la mirada,
quietas las manos;
¿dónde los versos
para unas chinchetas?
¿dónde las palabras?

Capturada en un borrón,
en un instante ficticio,
apenas vislumbrada
en metálicos brillos,
transfigurada en curvas,
en líneas mentirosas
que no tienen destino;
¿dónde los versos?
¿dónde las palabras?

Día 116

Hojas y piedras

A ras del suelo
se van embarrando
hojas y piedras
en la quietud del lago
donde el agua estancada
sucumbe a su muerte.

A ras del suelo
cayeron los sueños,
embarrándose las pupilas
en aguas muertas,
mezcladas palabras y miradas
entre piedras y silencio.

Día 115

Labores

Dos puntos al derecho;
un sueño,
una esperanza.
Un punto al revés;
el olvido.
Dos puntos al derecho;
un cielo,
un mar.
Un punto al revés;
el olvido.
Dos puntos al derecho;
una mirada,
una sonrisa.
Un punto al revés;
el olvido.

Día 114

Verticalidad

Verticalidad...
entre las miradas,
reptando al infinito
de un pasado,
de un ayer solidificado,
insondable, inalcanzable;
¿cuántas miradas reposadas?
¿cuántos secretos guardados?
¿cuántos deseos pedidos?

Día 113

Objetos del pasado

Jirones del pasado,
memorias abandonadas,
olvidadas y anónimas;
nadie compró unos trozos
del ayer, de vidas de papel.

Caras, miradas, sonrisas;
todo es olvido,
todo es silencio
que el polvo encubrirá,
que el viento emborronará.

¿Compras, vendes?
Un pasado, una memoria,
un recuerdo, un abrazo,
una risa, un sueño,
una esperanza, una caricia.

Día 112

Cofre y llaves

Ahí donde se guardan
las palabras, los versos,
un puñado de voces mudas,
las horas del ayer,
unos silencios en la piel,
esas miradas transfiguradas
en la lluvia, en el invierno;
ahí donde se esconden
los retazos de los sueños,
esos jirones de las mañanas,
unos cuantos paisajes ficticios,
las mentiras de la boca...

Día 111

La luna

Nunca sé...
si menguan los sueños
o crecen los miedos,
si menguan las voces
o crecen los silencios,
si menguan los mañanas
o crecen los abismos,
si menguan las miradas
o crecen los olvidos;
no sé si menguas o creces,
si en tu cara oculta
están mis paisajes,
si en tu cara oculta
están mis palabras.

Día 110

La Cremà

Quedarán las cenizas
sobre el asfalto,
el humo empañando
una noche de marzo;
en el fuego arderán
sueños, esperanzas;
y renacerán de nuevo
cuando las miradas
acojan otros deseos,
cuando las manos
abracen los mañanas.

Día 109

Petardos

Dame una mecha
para que exploten sueños,
voces, palabras, manos;
una mecha para explotar
el ayer, las memorias,
las horas que no pasan;
una mecha que prenda fuego
a la piel reseca, la boca muerta;
una mecha para las miradas
subyugadas en la lluvia,
para las caricias del pasado.

Día 108

Recipientes

Sin remite, sin destino;
cartas, sueños,
voces, poemas,
palabras, mañanas;
¿dónde irán?
En silencio... dudan,
en silencio... mueren.

Día 107

Líneas

Sin principio, sin final,
sin nada que las una,
ni una sonrisa, ni una mirada;
desabrazadas en su soledad,
infinitas en los silencios,
insomnes en sus anhelos.

Líneas paralelas
en el tiempo de las sin horas,
líneas que jamás se cruzan
en las manos que las tejen...
líneas, palabras, voces,
poemas, sueños, mañanas.

Día 106

El libro

Cuando mis manos
no recuerden sus palabras
y vengan las horas
a velar su muerte...
amarillearán las páginas
entre los recuerdos.

Cuando mis voces
no retengan su aliento
y vengan los silencios
a demoler las memorias...
se secarán las hojas
entre las miradas.

Día 105

Alambradas

Alambradas de espino
en un cielo de sueños;
sangran las manos
sus palabras muertas,
sus miradas de silencio;
sangran las voces
sus paisajes perdidos,
sus ecos mudos...
alambradas fronterizas
entre los sueños y lo real,
entre la verdad y lo ficticio.

Día 104

La escalera

Escalones sin destino;
uno, el de las sin palabras;
dos, el de los silencios;
tres, el de las miradas ciegas;
cuatro, el de los olvidos;
cinco, el de la soledad.

Peldaños sin paisajes,
que ni recuerdan ni esperan,
donde sus huellas
ya olvidaron sus nombres;
peldaños sin voz,
caducos, viejos, muertos.

¿Quieres subir... bajar?

Día 103

La jaula

Todo es silencio;
calla el pájaro,
enmudecen las rosas.

No se escucha ningún canto,
tan sólo espinas susurrando
su soledad, tan sólo espinas
encerradas en su calvario.

Todo es silencio;
languidecen las rosas,
muere el pájaro.

Día 102

Sombras

SOMBRAS en proyección
O nduladas en mares ficticios;
M ovimiento estático
B ajo la mirada;
R azones perdidas
A negadas en la soledad,
S ubyugadas en el olvido.

Día 101

La figura

Una silueta,
una sombra,
un anónimo que calla,
que silencia su ayer,
su hoy, sus risas.

Se fueron sus miradas,
sus sueños, y sólo quedó
una figura, una sombra
reflejada en las aristas
del tiempo, de la memoria.

Día 100

Bailemos

Deja que repose
mis sueños en ti,
que abrace mis manos
en tus sonrisas,
que envuelva mi mirada
en tus deseos;
deja que entrelace
mis palabras en tu boca,
que despinte mis inviernos
en tus paisajes.

Abrázame... y bailemos
en clave de bolero;
abrázame... y bailemos
entre los silencios.

Día 99

Globotá

Cinco mil quinientos
sueños sobre las manos,
donde el cielo
se cubre de colores
y el eco se silencia
con sonrisas;
todos en fila, en espera...
en ritmo acompasado
colisionarán dedos y risas,
explotarán miradas y deseos.

Día 98

En el interior

En el interior
y entre bastidores,
desconociendo las formas,
los colores, apuntalando
un sueño en espiral.

En el interior anónimo
de maderas claveteadas;
sal y grita tu silencio,
sal y mira quién eres,
lo que eres... unas manos
huecas, una boca sin voz.

Día 97

El templete

Apenas un parpadeo
difuminando sombras
en miradas de luz;
se vislumbran los templetes,
erigidos en su dominio,
vacíos y sin fronteras;
dónde las voces,
dónde los ecos;
al fondo, amanece
en rojo, en dorado...
en negro el paisaje
que despierta.

Día 96

Primera mascletà

Bombardeos en las nubes,
rompiendo el cielo,
olor a pólvora...
se ensordece el silencio,
enmudece la ciudad,
las miradas son ecos
que observan absortas,
que callan en sus iris
de fuego y truenos.

Día 95

El ojo

Mirada capturada
entre las manos,
cautiva en un instante
sin tiempo ni horas.

Mirada que ya es del ayer,
perpetua en su silencio;
nada dice, todo observa,
nada mira, todo calla.

Mirada eterna
en los iris que sueña;
de qué color serán los paisajes,
las mañanas... su voz oculta.

Día 94

Hoja de lluvia

Hoja de lluvia
resbalándose impávida
en una mirada,
esculpida gota a gota,
paciente entre manos
que la rozan;
esas gotas que la lamen,
esa lluvia que la renace,
esa mirada que la recrea.

Hoja de lluvia
coloreando los recuerdos,
desperezándose en voces
que callan sus ecos...
quedará el silencio
de unas gotas cayendo,
de una lluvia renaciendo
en palabras, en sueños.

Día 93

Campo de cebollas

Derrama todas las lágrimas
deshojando sueño tras sueño
en la nada de las manos...

y juguemos en el borde de lo irreal,
donde la tierra son mares de barro,
y un campo de cebollas, anémonas;
juguemos en el vértigo de lo ficticio,
donde la tierra es un cielo caído,
y un campo de cebollas, dedos soñadores;
juguemos en la línea de la mentira,
donde la noche se despereza en la mañana,
y los colores se invierten en la mirada.

Día 92

El paraguas

Después de la lluvia...

Quedó inservible,
ajado por el viento,
azote entre las manos;
quedó inservible,
un abandono entre las miserias,
un olvido entre las miradas;
quedó inservible,
como un recuerdo perdido,
como una sonrisa ficticia.

Día 91

Gotas de lluvia

Gotas de lluvia caídas;
en cada una de ellas
se reflejan los silencios,
el abandono de un sueño.

Gotas en equilibrio
entre la punta de mis dedos,
en cada adiós de la mirada,
en cada despedida de la voz.

Gotas que morirán
en cada minuto,
que se extinguirán
en cada susurro del viento.