El bebedero
En el bebedero
con forma de hombre
abrevan las palomas;
quizás, espera a ser sus vuelos,
tener su libertad y dejar
de ser piedra, soltar sus raíces
de soledad y asfalto.
Inmóvil, perpetua en su mirada
hacia el cielo que ansía,
sin manos para abrazar,
sin voz en sus labios de agua,
sin nada más que un sueño;
la silueta espera, perenne
con su abrevadero,
a que las palomas beban de ella,
espera a alzar su vuelo
y ser una ave en el cielo,
espera a no ser de piedra
y ser del viento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario