Después de la lluvia
queda una imagen,
un reflejo coloreado
en las miradas;
detrás de la lluvia
queda un sueño,
en blanco y negro
entre las manos.
Reflejos en charcos
de ciudad, de asfalto,
pisoteados en un descuido
del caminar solitario;
reflejos de luces apagadas,
de nubes fantasmas,
de vidas anónimas.
Un reflejo de lluvia
en el ayer del hoy;
un reflejo de lluvia
en el silencio.
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