Entrañas de ciudad
que van escondiendo ecos;
mira a través de ellas
en su infinito tentáculo.
A lo lejos, enmarcados
quedarán los mañanas
sin sus horas, sin las voces,
tan sólo un largo túnel
buscando una luz esquiva.
No alcanzan las manos
el final de las palabras,
no llegan las miradas
en los horizontes olvidados.
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